Albert Einstein reconoció la crisis como algo indispensable para el desarrollo de la humanidad. "La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos".
Una crisis es un transformación brusca, un cambio importante en el desarrollo de algún hecho o suceso, que da lugar a una inestabilidad. Esta movida destemplada puede ser tanto física, psicológica como simbólica. En palabras sencillas, crisis es también una situación complicada o de penuria.
Una crisis económica, por ejemplo, puede representar una contracción de las actividades de oferta y demanda, niveles altos de desempleo y aumento de la pobreza. Una crisis política es la situación de conflicto social o económico que amenaza las operaciones o estabilidad de un gobierno.
Una crisis social es cuando un trastoque en la seguridad, salud o el ambiente de una nación ponen en riesgo la vida y convivencia de los seres humanos.
En la mayoría de las ocasiones, estos tres tipos de crisis se presentan en sucesión o simultáneamente.
Esto, en muchas ocasiones durante la historia de la humanidad, ha ocasionado problemas que han terminado en la desintegración del tejido social, masacres, golpes de estado, guerras civiles, el abandono del territorio, hambruna, enfermedad, la conquista por otros pueblos o, sencillamente, la desaparición de una nación.
Bajo estas circunstancias, la crisis puede desembocar en una catástrofe. Sin embargo, es necesario notar que bajo ciertas circunstancias, estas crisis calamitosas han dado paso a grandes desarrollos económicos, políticos y sociales que aún perduran.
Lamentablemente, las situaciones de crisis a veces representan la excusa perfecta para que las personas no identifiquen las causas del problema y no se esfuercen individual y colectivamente para conseguir un futuro mejor.
Incluso algunos adjudican la culpa de las dificultades a otros, abstrayendo la responsabilidad individual y colectiva por la crisis, en lugar de buscar soluciones.
Cuando esta rendición afecta a proporciones significativas de la población, la crisis puede alcanzar rango de catástrofe.
Por otro lado, una oportunidad -palabra que provie-ne del latín, opportunitas- se refiere a lo beneficioso en un contexto y a la confluencia de un espacio y un tiempo adecuado para obtener un provecho o cumplir con una meta.
Las oportunidades son los instantes o términos que resultan propicios para realizar una acción que rendirá beneficios. Es decir, es el momento conveniente para realizar algo.
Es fundamental saber que como las oportunidades dependen del contexto y del tiempo, no aprovecharlas implica perderlas.
Albert Einstein reconoció la crisis como algo indispensable para el desarrollo de la humanidad. "La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos".
"La creatividad", añadió, "nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo, sin quedar 'superado'."
La ortografía tradicional china tiene como símbolo de la crisis uno que se compone de dos elementos. Por un lado significa peligro y por el otro oportunidad.
El Yin y Yan son los conceptos del taoísmo que exponen la dualidad de todo lo existente en el universo. La complementariedad de todas las fuerzas y realidades de la vida que se encuentran en todos los objetos y eventos.
Según esta idea, cada cosa o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y, que a su vez, exige para poder ser.
Por eso crisis y oportunidad deben verse como los lados de una moneda. Son partes de sí mismas, coexisten, se complementan.
Mas en el caso de nuestro país, no hay discusión. Puerto Rico se encuentra en una crisis económica, política, social, ambiental y de seguridad alimentaria, y nos desesperamos porque solo estamos viendo un lado de la moneda. Nos estamos olvidando que la crisis también trae oportunidades.
Sin embargo, para vislumbrar oportunidades, es indispensable entender a fondo la crisis.
Por desgracia, no se está haciendo un análisis correcto de la crisis. Se miran solo sus efectos nefastos, no se miran sus causas, los problemas que la alimentan, las fuerzas que la animan.
Existe ausencia total de lo que se conoce en epistemología como "la síntesis". Esto es, cómo se integran cada una de las situaciones que estamos viviendo con el entorno histórico-social, nacional y global. Vemos el Yin, pero no el Yan.
Esa integración es lo que hace falta para descubrir las maneras para lidiar con esta crisis. Entendiendo a fondo la crisis, descubriremos en su identidad las oportunidades que nos ofrece.
Puerto Rico está en crisis, pero a la misma vez, lleno de oportunidades. A partir de la segunda columna de esta nueva serie denominada Crisis y Oportunidades, comenzaremos a analizar todos los factores y efectos que componen nuestra crisis, y los integraremos con nuestra realidad histórico social para comenzar a divisar entonces las oportunidades que tenemos delante, y que debemos aprovechar inmediatamente.
(El autor es abogado notario, presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y columnista de La Perla del Sur. Para más información vea http://www.bufete-emmanuelli.com)
11 de septiembre de 2013
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